Y de pronto estás ahí, mirándote al espejo con los ojos hinchados y el maquillaje corrido, con 5 cajas de pañitos vacías, un cenicero con 20 colillas de puchos, con la música a todo volumen tocando "all by myself" de Celine Dion y con todas las cartas que alguna vez te envió prometiéndote amor eterno, arrugadas y en el piso.
Estás ahí, mirándote como si fueras un alma en pena, no queda nada de ti y de lo que recordaste, fuiste algún día; preguntándote cómo es que si te dijo que te amaría por siempre, te pudo olvidar tan rápido...? Claro, el problema aquí es tu definición sobre "rápido". De pronto, reparas en que 4 años no es suficiente tiempo para que alguien que te prometió hijos, matrimonio, perros y amor hasta después de la muerte, haya conseguido a alguien más a quien querer y por quien preocuparse...
Queridas amigas, esta es una historia vieja y repetida, cuando la persona que desechamos y decidimos no querer más, un día se cansa de rogarnos y estar detrás de nosotras y encuentra alguien que reemplaza ese primer lugar que representábamos en su vida, hasta antes de la llegada de esa ladrona, arpía, perteneciente a una raza no identificada, que nos ha quitado el cariño incondicional de nuestro ex.
Y es entonces donde surge aquella gran interrogante: Acaso lo sigo amando y lo he amado por todo este tiempo y ahora que hay alguien más, he comprendido que no puedo vivir sin él y que lo necesito en mi vida????? o acaso, soy el perro de hortelano que no come y no deja comer.
Hace poco leí el libro de una muy conocida bloggera sobre este tema y la historia del niño del pye de limón, que no quería su pye, pero que cuando alguien se lo quiso comer, exclamó y se abalanzó sobre él exclamando que era su comida. Del mismo modo, en mi vida me he topado con personajes de esta naturaleza, como la niña que tiene un muñeco viejo tirado en su cama y no quiere jugar con él, pero cuando viene otra niña a querer cogerlo, reacciona como si le quitaran su juguete favorito; el niño que no le gusta su trompo viejo porque tiene uno nuevo, y cuando alguien quiso su trompo viejo, lo quería de regreso para tirarlo en una esquina de su cuarto de juguetes y solo saber que estaba ahí, que, traído a nuestra realidad no es otra que la ex que ha botado, choteado, maltratado y hasta humillado a nuestro nuevo chico y que, cuando se da cuenta de nuestra existencia, lo quiere de regreso a como de lugar. Esto último me tocó vivirlo y déjenme decirles que la odié con todas mis fuerzas. Por lo cual, me sorprendió y hasta desencajó cuando a mi me tocó estar del otro lado y ahora, tal vez ser yo ese perro del hortelano que tanto desprecié...
Es un hecho que cada una de nosotras alguna vez hemos representado a este personaje, porque las mujeres somos así, puede mas la competencia que el sentimentalismo, hacemos cosas solo para demostrarnos que podemos más que fulanita de tal y de paso demostrárselo a ella, y si la situación se torna más complicada de lo esperado, es decir, si fulanita de tal está representando cosas en la vida de Robertito con las que nos está costando luchar, nos obsesionamos más y queremos a Robertito en casa, en nuestro cuarto y en NUESTROS brazos, ahora!!!!!
Pues pueden ser dos cosas, que estemos siendo el cruel perro del hortelano en esta historia y nuestro egoísmo y no nuestro corazón lo quiera de regreso solo para demostrarle al mundo tu poder sobre él, o que, tal vez, nunca lo hayas dejado de querer y por esos errores de la vida, hayas tenido que perderlo para saber su valor. En ese caso, te recomiendo luchar, pero solo si estas segura de que es amor y no ego u orgullo herido por la presencia de otro ser. Porque al fin de cuentas, si alguien en su momento fue tan importante en nuestras vidas, la mayor muestra de amor, es dejarlo ser feliz.
Finalmente, soy de las que piensa que cuando dos personas tienen que estar juntas, no habrá poder humano que pueda impedirlo, así que si no son ustedes, el destino se encargará de que estés con la persona correcta, que puede ser ese ex al que no dejaste de amar, o alguien más que no esperas---
Atte,
Lunática a mil
No hay comentarios.:
Publicar un comentario