domingo, 29 de diciembre de 2013

CARTAS SIN ENVIAR #2 - Volverte a ver


Volverte a ver no fue fácil. Tal vez lo más difícil fue tratar de no sentir nada por ti. Aunque puse todo de mi parte, no lo logré. Supongo que tiene que ver con la intensidad con la que sentí y con los escasos meses que apenas han pasado.


No se si fue buena idea después de todo. Decidí volver a verte porque pensé que eras un asunto casi casi superado y sentí, que para ser "del todo superado", tenía que decirte unas cuantas cosas que ahora, ya no tenía miedo de decir. Y así fue, las dije al fin y aunque de algún modo me liberaron, de otro siento que me volvieron a acercar a ti...

Debo confesar que no entendí bien tu mensaje ni mucho menos tu desesperación por que entienda que me querías. Solo puedo pensar que tu egoísmo sigue a flor de piel y que eso de que te hago falta no es más que una necesidad de compañía.

Sin embargo,  me quedé tranquila sabiendo que mi ausencia te dolió, un poco al menos; y eso que dijiste referente a que "cuando las personas ya no están, los sentimientos se vuelven más claros", aunque no me dio esperanza alguna porque cualquier vestigio de ella la perdí cuando me di cuenta que no me ibas a amar, debo reconocer que alivió mi ego, pues al menos no fui la única que la pasó mal durante éstos meses. 

Volverte a ver en definitiva no fue nada fácil, pero lo más difícil fue tratar de escucharte sin que cada palabra pegue como un golpe en el corazón, sin que cada frase  se quede impregnada en mi y tratar de oír sin oírte, fue el reto más grande, porque por ratos, parecía imposible no embriagarme de cada palabra, de cada silencio y de cada mirada que me dabas mientras esperabas una respuesta que nunca llegaba, debido al nudo en la garganta que tenía atravesado intentando decir algo que no podía decir sin una lágrima que se anteponga.

Volverte a ver, sí, fue difícil. Pero lo más complicado surgió cuando el humor tomó protagonismo y con mucho esfuerzo tuve que contenerme algunas sonrisas que querían asomarse. Siempre supiste como hacerme reír, incluso a costa mía y supiste utilizar aquella arma muy bien a tu favor esa noche, en la que finalmente me rendí ante tus bromas y tonterías; y a pedido tuyo, y para no perder la costumbre, te complací dejando los rencores de lado y accedí a mantener esa conversación fresca, sin sentido, que tal vez sea la última que tengamos.

Volverte a ver fue bueno, aunque en éste preciso momento las personas que lean éstas líneas estén pensando que me volví loca y que me volvieron a perder, porque liberé mi alma y desnudé mi corazón por primera vez ante ti y ahora sé que al fin comprendiste todo lo que sentí, pero sobretodo, que al fin entendiste cuánto dolió. Y eso, me da la paz y tranquilidad que he venido buscando desde que me alejé de ti, aunque una parte de mi, se haya quedado contigo esa noche.

Atte.

Lunática a mil

miércoles, 9 de octubre de 2013

Ten cuidado con el corazón

Todos hemos tenido que decir adiós al menos una vez en nuestras vidas, ya sea por que se nos terminó el amor, porque nos nació el amor en una persona más, porque la relación se enfrió o porque sientes que ya no va o porque nos lo dijeron a nosotros y tenemos que hacernos a la idea. Pero de todas estas alternativas, creo que la más dolorosa de todas es tener que retirarse porque sabes que no hay más agua en ese pozo que tanto quieres o mejor dicho, que nunca la hubo. Espero entiendan la analogía.

Amor no correspondido, corazones rotos, lágrimas de decepción, dolor, desamor, son como el pan de cada día; y la verdad, qué difícil resulta reponernos del daño causado a nuestro interior, luego de una gran decepción, pues quedamos aniquilados, anulados por dentro, porque literalmente le entregamos el corazón a alguien que no lo quería.

Así me pasó, cuando pensé que las cosas no podían salir peor, apareció él. Es complicado explicar o tratar de resumir como comenzó todo, porque ni yo misma lo sé, solo puedo decir que fue más rápido de lo esperado, ahora lo sé, aunque en ese momento traté de negármelo.

No lo conocí, pues ya lo conocía, comenzamos a entablar una amistad o algo así, con un poco más de  tiempo, nos contamos de nuestras relaciones pasadas y de nuestras aventuras del presente. Todo era menos complicado por esa época, yo tenía al lado a un gran chico que me quería y al que yo quería también; y tenía por otro lado, a un ex que quería volver conmigo y al que no quería romperle el corazón, y lo mejor, yo no estaba enamorada de nadie; como diría Calamaro: "sin gloria, pero sin pena".

Debo confesar que si en aquél momento alguien me sugería la descabellada posibilidad de que algún día me vuelva a enamorar, hubiera podido apostar a que jamás sería de él, pues yo estaba convencida de que mi corazón ya no tenía oportunidad, que había quedado bloqueado con aquella última relación y que por eso ya ni siquiera podía sentir nada, ni por él ni por nadie. Era muy fría y dura por aquellos tiempos, por eso, no sé cómo me pasó lo que me pasó después.

Éramos amigos y como toda relación entre hombre y mujer: tu amigo te tiene ganas. Pero eso no me molestaba en lo absoluto, cuando somos mujeres tenemos que acostumbrarnos a que el tipo al que le contamos nuestras penas y aventuras, quiera ser parte de éstas últimas aunque sea una vez. Así que aceptaba risueñamente las bromas de doble sentido o algunas indirectas sobre lo apretado de mi falda, me resultaba hasta divertido. Después de mucho tiempo y como uno no sabe lo que le depara la vida, pasó lo que nunca me hubiera representado como posibilidad, EL BESO. Definitivamente tenía más de 4 tragos encima, pero es curioso como un momento en nuestras vidas puede cambiarnos la perspectiva de todo lo que creíamos hasta ese momento.

Luego de aquel beso, por supuesto siguieron muchos más y las cosas fueron aumentando de intensidad con el pasar de los días (you know what I mean) y así, un día me percaté que él y yo salíamos, pues así me lo dijo un amigo suyo. Cuando fui consciente de ello, sentí un poco de miedo, tal vez porque mi mecanismo de protección me estaba diciendo: SAL AHORA!!!! pero como toda chica que cree tener las cosas bajo control, seguí adelante. Por supuesto que nunca estuvimos, pues ya le había entregado tantas cosas que no necesitaba estar conmigo (malditos amigos con beneficios), pero lo más grave de todo fue, que entre tantos besos, caricias y demás, también le había entregado el corazón y él, no lo quería.

Y ahí comenzó la lucha entre ese músculo que late y mi razón, no contaba con que la razón se te puede nublar tanto cuando te enamoras, de hecho, era la primera vez que me pasaba que me rechacen. Fue la época más difícil de mi vida, porque él jamás me quiso, no hubo un solo momento en que yo me haya sentido correspondida, pero así y todo continué, con la absurda y tonta esperanza que algún día las cosas cambiarían y se despertaría enamorado de mí. 

Primero, pensé que yo había tenido la culpa de que las cosas no hayan funcionado o mejor dicho, que no se hayan cocinado, así que cuando acepté mi condición, "enamorada hasta los huesos", traté de cambiar las cosas, de cambiar yo, DE JUGÁRMELA y vaya que me la jugué. Dejé el orgullo de mujer de lado y las tonterías que éste implicaba, y lo busqué tantas veces como pude, le di cariño, amor, comprensión desmedida y, siendo un poco extremista, acepté cada una de las cosas que el hacía, decía y que dolían en lo más profundo de mi. Luego de algún tiempo me di cuenta de que nada de lo que hiciera, iba a ser valorado por él y que incluso, si lo valorara, no iba a hacer que nazca el amor por mi, pues lamentablemente, en esas cosas no se mandan y aunque me costó mucho, tuve que renunciar y retirarme, antes de que el golpe sea tan fuerte que me termine por volver loca.

Dicen que amar es dejar ir y yo no quería dejarlo ir porque creí que si tan solo él fuera consciente de todo lo que yo sentía, tal vez su corazón se ablandaría y empezaría a sentir cosas por mi. Ningún cálculo más equivocado, él ya me lo había dicho claramente, pero cuando uno está enamorado se ciega y no quiere ver lo evidente, lo que todos ven, menos tú, porque te aferras a una mínima posibilidad de duda para creer, porque aunque trillado, la esperanza es lo último que quieres perder y yo, quería pensar que él me podía querer y solo tenía que aguantar un poquito más; y peor que a muñeco porfiado, me dieron golpe tras golpe tras golpe, directo al corazón; y aunque dolió en lugares que jamás imaginé que podían doler, me reponía, olvidaba y seguía ahí, lista para recibir el próximo golpe, tal vez más fuerte, pero que mi resistencia sería valorada. Ja, ja. 

Pero aprendí muchas cosas de esto, primero, que el corazón siempre está listo para volver a amar, que contrario a lo que yo pensaba, sí se me volvieron a acelerar los latidos por alguien, sí volví a sentir esas mariposas en el estómago, sí volví a querer luchar por algo más y aunque no resultó como esperaba, al menos descubrí que estaba viva, que podía volver a sentir. Segundo, que no podemos forzar situaciones que espontáneamente no se dan, pues yo creí que debía de perseverar y luchar, lo cual ésta bien, pero si te das cuenta que no eres valorada, es mejor decir adiós y saber retirarse a tiempo, antes de que te lastimen más de lo que realmente estás dispuesto a aguantar y tercero, que nunca debemos arrepentirnos de entregar y perder, porque quien entrega y siente, es capaz de seguir entregando y sintiendo, en cambio,  quien nunca entrega nada, seguirá caminando por el mundo sin sentir cosas extraordinarias y eso, ya lo hace un perdedor.


Atte


Lunática a mil

lunes, 7 de octubre de 2013

Buena suerte y adiós



Debo confesar que cuando nos presentaron, no llamaste mi atención. En lo absoluto me pareciste un chico guapo, mucho menos interesante, todo lo contrario. Cuando nos hicimos “amigos”, tampoco me gustaste, sin embargo, me caíste bien, aunque no lo parecías, resultaste ser más gracioso de lo esperado y comencé a notar en ti algunas cosas que dejaban de hacerte el “nada que ver” que imaginaba eras.

Debo confesar que por ratos también me caíste como patada al hígado, conforme entrábamos en confianza, descubrí cierto aire de patanería y complejo de superioridad, que tal vez en el fondo, llamó ligeramente mi atención (siempre me atrajeron los idiotas). Pero como no quiero ser mezquina, he de reconocer que tu sentido del humor me resultaba embriagador y así, de a pocos, te fuiste ganando mi atención, aunque supongo que sin proponértelo.

Aunque sin terminar por gustarme del todo, debo admitir que quería gustarte, no porque no tuviera nada que hacer ni porque sea la típica chica que quiere que todos se mueran por ella, pero la idea de que alguien como tú se sintiera atraído por mi, me resultaba un desafío bastante atractivo. Tal vez desde ahí ya te había sobrestimado.

Debo confesar que cuando te besé por primera vez, en realidad no quería besarte, solo quería dejarte un recuerdo de mi, pero debo admitir que el momento exactamente después de ese beso, osea, cuando abrí los ojos y te mire tan cerca de mi, fue “un momento de impacto” (así lo oí en una película):  un destello de mucha intensidad que te cambia la vida por completo. Un momento de impacto cuyo potencial de cambio tiene efectos expansivos, más allá de lo que se pueda predecir. Sin duda, ese fue mi momento de impacto, un momento del que ni siquiera yo fui consciente y que me sumergió en aquella montaña rusa de sentimientos y emociones que fue lo que tuvimos, que para ti fue solo una aventura algo prolongada en el tiempo, pero para mi, fue la muestra de que mi corazón estaba vivo.

Es cierto que no pensé que después de ese beso las cosas continuarían, pues en honor a la verdad, no me pareció que tuvieras un gran talento para besar; sin embargo, por algún motivo que no lograba entender, quería seguirlo haciendo. Debo confesar que las siguientes salidas no las tomé en serio, pero sin saber por qué, no podía hacer que pararan. Debo de admitir que nunca confié en ti, pues tus intenciones desde el principio estuvieron muy marcadas a lograr algo específico y aunque si bien las cosas no acabaron después de ello, ahora sé que no me equivoqué, nunca te interesó algo más de mí. Tal vez debí hacer más caso a mi sexto sentido.

Es triste admitir que me enamoré de ti, porque ni un solo momento estuve cercana o en camino a ser correspondida y ahora sé que siempre lo supe, solo que ver las cosas claras cuando estás adentro es prácticamente imposible. No sé que me enamoró, pues fueron más las cosas que hacías para alejarme que para mantenerme cerca, sin embargo no me dejabas ir y así, me retuviste mucho tiempo por nada y para nada. Creo que la culpa es compartida, pues nunca tuve el suficiente valor para decirte adiós.

Debo confesar que hoy las cosas son distintas, que por primera vez en mucho tiempo puedo decir que no te extraño, que tus manos y tus labios ya no me hacen falta, que el recuerdo de los dos ya no me quema por dentro,  que realmente no quisiera verte, no ahora; que no tengo ninguna esperanza de que las cosas cambien y que incluso, si me dijeras que cambiarían, no las tomaría, porque no quiero nada más que venga de ti. Porque solo recibí cosas negativas de tu parte, pues sinceramente no puedo recordar una sola cosa buena, aprendí a escuchar frases hirientes y de la manera más estúpida me acostumbré a ser rechazada sentimentalmente y admitida solo de manera física y superficial; me convertí en un objeto para tu satisfacción y dejé de lado todas las cosas en las que creía y que deseaba con el corazón, pues nunca te interesó saber quien era de verdad y qué tenía adentro.

Hoy no está más esa chica que sacrifica su bienestar por estar a como de lugar a tu lado, hoy no está más esa chica que recibe las migajas que le quieres dar. Hoy soy yo nuevamente, amándome por encima de todo y decidiendo en función a lo que es mejor para mi, solo para mi. No diré que ya no duele, porque aún se me encoge el corazón cuando pienso en lo que pasó, pero sí admitiré que es un dolor distinto y que cada nueva mañana es menos intenso, al igual que el recuerdo que tengo de ti.

No sé si cuando el dolor pase pueda perdonarte, o si incluso habiéndote perdonado, quiera tener algún contacto contigo. Por ello, por favor, te pido que dejes de llamarme que no te responderé el teléfono, que dejes de escribirme porque no habrá mensaje de respuesta alguno y,  que si tu pregunta es por qué estoy así, solo recuerda todas las veces que llorando te pedí que me dejaras en paz, pues ya no habrá más lágrimas y a tu estilo, espero que descifres mi actitud.

Buena suerte y adiós.


Atte.

Tú ya sabes quien soy



viernes, 30 de agosto de 2013

Tu relación me vale!


Estoy convencida que todas tenemos por lo menos una amiga que grita a los cuatro vientos lo enamorada que está, que en sus tiempos libres no para de escribir webadas en Facebook dedicadas a su enamorado que, en lugar de mandarlas por inbox, las publica en su muro (se me viene el gato right now) para que nadie se las pierda;  que son más fotos las que tiene con el infeliz en todas las redes sociales posibles, que el  tiempo de enamorados que llevan y, que ha caído deplorablemente en la ridiculez casi cholada de hacer dedicatorias a su “cosito”¸ que aunque a nadie le interesa, tenemos que soplarnos cada vez que se nos ocurre navegar en Facebook.

Es triste, porque aunque queremos muchos a ésta amiga, a veces preferiríamos se pegue un tiro. Y es que hay gente que no entiende lo siguiente: AL MUNDO NO LE IMPORTA SI CREES QUE "COSITO" ES EL MEJOR ENAMORADO DEL MUNDO, NI LAS FLORES QUE TE MANDA, NI LOS LOS TELOS A  LOS QUE TE LLEVA NI LOS PROFUNDOS SENTIMIENTOS DE AMOR CASI DEPENDENCIA QUE SIENTES HACIA ÉL. Así que basta, si quieres decirle algo, porque no aprovechas en decírselo ya que lo tienes al frente, porque encima que lo vez todos los días, escribes diariamente en tu muro cosas, que aunque digas que no, las escribes para tus contactos y no para cosito.

Atribuyo esta necesidad obsesiva compulsiva de convencer a la gente que estás feliz y que te va de maravilla en el amor, a un problema de autoestima y seguridad, porque aunque no soy  psicóloga, no creo que sea normal ni sano, hacer tantas esfuerzos por restregarle al mundo que eres la más feliz del mundo y que tu historia de amor es incomparable, porque o sea, si te va tan bien, solo te tiene que importar a ti y a él, no a mí ni a tus 67463 contactos de Facebook.

No quiero que piensen que todo este rechazo a las demostraciones públicas de melcocha es parte de algún sentimiento de envidia por no tener una relación parecida, porque créanme, alguna vez la he tenido y nunca sentí necesidad de publicarlo de esa forma y conozco de relaciones sólidas y lindas que  pesar de tener años, las demostraciones son para ellos, como creo, tiene que ser.

Porque seamos sinceros, esto de publicar que tienes una relación con fulanito de tal, es lindo para ti mientras dura, pero cuando fulanito de tal te saque la vuelta, o cuando tú te aburras y lo dejes por otro, tendrás que pasar por el rochezaso de retirar tu relación y todas las empalagosas publicaciones de Facebook y en serio, serás objeto de especulación de absolutamente todos tus contactos quienes inventaran una serie de historias acerca del fin de tu enamoramiento, que jamás podrás creer hasta dónde llega su  imaginación.

Ate,

Lunática a mil

Soy soltera y hago lo que quiero…



En los últimos tiempos he visto como se ha incrementado la soltería; y por soltería,  no estoy aludiendo al hecho de no estar casadas, sino, a la ausencia de una relación formal. Sí, es como si con el pasar del tiempo, las mujeres cada vez nos volviéramos más renuentes a tener una relación de enamorados con todas las de la ley. Es como una tendencia de los últimos años y aunque suene tonto, en su mayoría, de las chicas más lindas.

Y no es que quiera estandarizar, pero hoy en día, mientras más bonita eres, más lejana de una relación estás. Entonces, basta con ir a una fiesta o una reunión y podrás ver que las chicas que más jale tienen, son precisamente esas que no tienen enamorado, mientras las que menos vistosas al ojo, son la que gozan de una sólida linda pegajosa y patética (envidia a mil) relación. Ojo, no estoy generalizando, pues es cierto que existen excepciones a lo que digo.

Pero  entonces es inevitable que si eres linda y estás soltera, nunca falta una tía recontra pasada y de paso machista, o lo que es peor,  un pelotudo con complejo de gilero monse que te diga: “como una chica tan linda puede estar sola”, “los hombres están ciegos” y todas esas boludeces que nos caen como patada al coxis!

No querido, lamento informarte que los hombres no están ciegos, que por donde camino me miran (a lo Gloria Trevi), que  donde voy me quieren conocer, que son más de los que te imaginas que al igual que tú, se alucinan caminando de la mano conmigo y hasta haciéndome un hijo, pero que SOY YO (entiéndelo de una vez) la que he decidido seguir sola. Por qué????? Porque simplemente no he conocido a nadie que de la talla, que me llene en todos los aspectos que necesito, ni que me parezca lo suficientemente valioso como para sacrificar el bien más preciado en estos tiempos,  mi libertad.

Además de eso, hay que reconocer que hoy en día hay  escasez de hombres interesantes, es como si todos los hombres de estos tiempos se hubieran puesto de acuerdo para comportarse como unos imbéciles, y como para muestra un botón, basta con ver a los enamorados de mis amigas y a cada uno de los pelotudos que me invitan a salir (al que le caiga el guante que se lo chante). Pero en fin, es un hecho que mientras más pasa el tiempo, nos volvemos más exigentes, que ya no nos basta una cara bonita, ni siquiera con un corazón bondadoso, sino que, además, hacen falta muchas cosas más, que aunque simples, encontrarlas en su conjunto en un solo chico hoy en día, resulta más difícil de que el buen Marco encuentre su mamá. Y sí, imagino que esa valla que cada vez es más alta, parte del hecho de que cada vez las mujeres somos más independientes, seguras, profesionales y autosuficientes y que en más de un caso, es prioridad nuestro crecimiento en el trabajo y carrera o negocio, que buscar un enamorado al que tengamos que cuidarle los pasos y nos absorba como esponja.

Y es ahí donde entre estar con un idiota con complejo de semental controlador y estar sola, mil veces prefiero salir con mis amigas que al igual que yo, lindas y solteras, vivimos la vida como si fuera el último día y sin apuro, nos divertimos a nuestro estilo, sin preocuparnos en la exquisita, deliciosa pero rechazada por algunos/as: "soltería", que, aunque las felizmente enamoradas digan que no, añoran cada fin de semana que engordan 3 kilos más por quedarse en casa del novio comiendo toda la pizza que queda de la semana y viendo pelas.

Así que please queridas amigas que tienen novio al lado, ya déjennos en paz con el rollo de “ay, que has hecho ahora” o "cuando vas a sentar cabeza por el amor de Dios" (la vaca ya no se acuerda cuando fue ternera) y por piedad, dejen de buscarnos pareja en cada amigo de su novio que está solo, que hay más probabilidades de volverme monja que chapar con alguno de los mutantes que por amigos tiene tu flaco y de una vez, entiéndanlo, estar soltera no es un pecado o sinónimo de foxy, fea o rechazada, solo es un estadío que no sabes cuánto durará, por lo que mientras dure, hay que sacarle el jugo, porque si algún día nos enamoramos y decidimos formalizar, nadie nos quitara lo bailado (y que tales danzones que nos hemos metido en los últimos años ;)!)

Así que mis solteras hermosas, vivan la vida y disfruten de la capacidad de poder decidir por una y para una. Y no se hagan rollos por lo que piensen los demás, que esos que nos critican, sin duda quisieran salir un día con nosotras y pasarla así de bien.


Ate,
Lunática a mil
https://twitter.com/lunaticaamil

domingo, 21 de julio de 2013

A Pedrito, con cariño.

Me declaro una admiradora de Pedro Suárez Vertiz, lo sigo desde que tengo 14 años cuando escuché por primera vez "no pensé que era amor", bueno, a decir verdad, ya había escuchado esa canción aproximadamente 230 veces durante mis años previos, pero cuando cumplí 14, fue la primera vez que la pude sentirla de verdad y entonces, lo amé.

Desde aquel momento no pude parar, me empapé de su música, decidí comprar con mis escasos ahorros todos sus discos y cuando no pude, opté por quemarlos (lo siento Pedro). Todo era más fácil para esa época, ya estaban despareciendo los alguna vez demandados casettes, así que resultaba muy sencillo escuchar una canción hasta que se rayara el disco sin necesidad de tomarnos el fastidioso trabajo de apretar review y calcular que no se pasara de la canción que queríamos oír nuevamente. Además, ya contábamos con el poderoso internet, por lo que podía pasarme horas investigando acerca de su vida y su música, pagando 5 soles la hora en una cabina. No importaban las deudas, para mí, Pedro lo valía.

Para mi suerte y la de muchos amigos que también lo seguían, ese verano inolvidable del 2001, en el que por primera vez una canción pudo tocarme el alma, todas las emisoras de radio transmitían las canciones de sus recordados discos "de generación actual", "póntelo en la lengua" (sin duda mi favorito) y "técnicas para olvidar". También podíamos oír casi todo el día las recordadas canciones de Arena Hash, que aunque cuando éstas se produjeron yo era una recién nacida, ahora las escuchaba y cantaba como si fuera un grupo que acaba de lanzarse, era toda una novedad para mí.

Cómo olvidar los conciertos en la Feria del Hogar, que fue mi segunda casa durante mis vacaciones escolares de aquellos años. Pedro siempre tocaba, todos los años y mis amigas y yo, no podíamos perdernos un solo concierto. Nos levantábamos temprano para coordinar nuestra aventura del día en aquella ciudad sin control paternal, que para nosotros era la Feria, donde durante 10 horas del día podíamos jugar a ser independientes y chicas adultas.

Recuerdo que en el año 2002, Pedrito iba a presentarse en el Gran estelar, me desperté muy temprano y como mis amigas no llegaron a mi casa a la hora pactada, decidí irme sola y esperarlas ahí. Llegue a la feria a las 10:30 am, aún no abrían las puertas y a lo mucho habían 5 gatos, que al igual que yo, esperaban el primer turno para entrar. En cuanto los detecté los califiqué como mis enemigos. Ese día Pedro tocaría en el estelar y yo tenía que estar en primera fila, nadie me quitaría mi cupo, así que si tenía que correr, empujar y pisar, lo haría, pero debía ser la primera de la cola.

Cuando por fin a las 11 de la mañana permitieron el ingreso, tuve que correr desde la puerta principal, que era en la Av. La Marina, hasta la puerta del Gran estelar, que era una distancia de aproximadamente 10 o 15 cuadras, no soy buena en cálculos, pero quien conoció la feria sabe que era realmente lejos. Sin querer y sin proponérmelo me mandé con la primera marathon de mi vida y como en las actuales, no llegué primera (nunca fui la más rápida corriendo). Así que me tuve que conformar con ser la sexta en la cola, en fin, me repuse de ese fracaso con la idea de que el estelar era muy grande así que como fuera, estaría en la reja y había espacio para muchos más.

Pero como en la vida todo es una divertida casualidad, cuando me encontraba sentada en la cola, guardándole el sitio a los 5 que me antecedían quienes habían decidido irse a almorzar, de pronto apareció, caminando con su pantalón negro y casaca de cuero del mismo color. Sí, era Pedrito Suárez Vertiz que salía caminando desde el estelar hasta algún lugar de la feria, imagino que a alimentarse como el resto de la gente. Fue como una visión extrasensorial, fue increíble, quedé sin habla, me puse nerviosa, como si estuviera viendo aproximarse a un Dios del Olimpo y solo atiné a decirle justo en el momento en que pasó por mi lado: "Hey, Pedrito" y darle la mano, la que me estrecho muy amigablemente. Sé que existen más probabilidades de que Perú llegue al mundial de que Pedro pueda recordar esto, pero para mí, fue una de las cosas más alucinantes que me pasaron, no había nadie más en la fila, solo yo, y por unos cuantos segundos nos vimos y nos estrechamos la mano. Momento que recordaré por siempre.

Así siguieron todos los demás conciertos a los que fui con una amiga de la infancia quien como yo, se enamoraba y desenamoraba con sus canciones, los desenchufados organizados por studio 92, a los que siempre asistía desde muy temprano para estar adelante, se me hizo una costumbre por aquellas épocas y me sobraba el tiempo como para plantarme en distintos lugares desde la mañana, todo era más fácil.

Y así fue como Pedrito llegó a mi vida y se quedó en ella, y digo ésto por que a partir de ese entonces, no hay una sola parte de mi vida en que no haya estado presente con cada una de sus canciones, ya sea para ahogarme en un charco de lágrimas cada vez que salí de una relación o para reconfortarme con un nuevo inicio, así también, para darme lecciones de vida que en cada oportunidad que tengo para aconsejar cito alguna parte de sus letras.

Nunca olvidaré esos veranos en que me la pasé cantando a toda voz "pasear en bicicleta", cuando lloraba en el salón de clases cada vez que sonaba en mi walkman "no pensé que era amor", "te siento de solo pensar", "la vida me sabe a nada", "sentimiento increíble". Cuando me volví a enamorar con "alguien que bese como tú"  y cuando volví a llorar con "sé que todo ha acabado ya", canción con la que por cierto he botado mi lagrimita hasta hace no mucho tiempo.

Es que es imposible que cada parte de mi vida no este representada con alguna canción de Pedro y que cada melodía de aquellos discos, no me evoque épocas inolvidables y a personas que de algún modo dejaron huella, como viejos amigos que ya no veo, viejos amores y divertidos momentos con la manchita del barrio aquel verano del 2001.

Fue una pena que Pedro se tenga que retirar de los escenarios por su enfermedad, lo sentí mucho, como si le estuviera pasando a un gran amigo, pero me siento contenta de que pese a la adversidad, haya encontrado la forma de no desconectarse con el público que lo sigue, con ese público que como yo, suspira cuando escucha el intro de piano de talk show y que disfruta de las sensaciones de un nuevo amor al ritmo de me siento mejor.

Compro el comercio todos los sábados para leerlo en somos y no pude esperar a que publicaran su libro para adquirirlo también, es fabuloso ver sus reflexiones a través de su página de facebook y cómo va compartiendo pedacitos de su vida con nosotros a través de las redes sociales.

Ayer fui a la presentación de su libro, lamentablemente llegué cuando se estaba yendo; apenas pude verlo un ratito y me quede sin mi firma. Igual, fue maravilloso verlo otra vez y anhelo que como en el año 2002, me lo cruce y espero tener mi libro a la mano.

Hoy, mientras leía sus historias, anécdotas y reflexiones en aquel fabuloso regalo que nos ha dado a sus seguidores titulado "Yo, Pedro", decidí que si debía escribir algo hoy en éste blog, debía ser en su homenaje, por todos esos años de música que sin querer me obsequió, por haber formado parte de mi vida tanto tiempo sin siquiera saberlo y por haberme permitido levantarme con sus letras y darme lecciones; y, por haberme ayudado en más de una oportunidad a encontrarle cierto sentido al día a día.


Atte:


Lunática a mil








sábado, 20 de julio de 2013

Amigos con beneficios


Para ser franca, soy de las personas que creen que los títulos no hacen la relación, que lo títulos no definen los sentimientos, que los títulos no te dan ni estabilidad ni felicidad, o bueno, al menos eso creía hasta que Perico de los Palotes, llegó a mi vida y la devastó...

No crean que siempre fue así, alguna vez yo también fui una ilusa chica normal que creyó en el amor, que se enamoró hasta los huesos y entregó el alma, el corazón y otras cosas más... Sí, yo también dije que solo amaría a esa persona for the rest of my life y que me la pasaría contando estrellas, dándole formas a las nubes como panfilasa y que el amor me alimentaría el alma y el estómago de paso, que tendría 5 chibolos, 4 perros y mil locuras más.

Bueno, el amor es así, cuando te llega te idiotiza de tal forma que a veces pierdes la noción del tiempo, del espacio y de la realidad. Pero luego termina, y cuando termina, aquel mundo creado por ti, ese mundo paralelo que solo existía en tu cabeza y en tus fantasías, se derrumba; y de pronto, te sientes perdida, sin piso ni paredes de donde agarrarte y aunque suene ridículo, sientes que literalmente tu torre de marfil se desmorona y tienes que correr para protegerte del derrumbe; y es ahí, cuando empiezas a hacer las cosas más tontas en nombre del desamor y del despecho. 

Así empezó mi historia como incrédula del amor y de las relaciones de pareja, y de paso, el fin de mi autoestima y mi estado emocional.

En efecto, cuando terminé aquella relación que pensé duraría para siempre, quedé herida por dentro, profundamente decepcionada de ese sentimiento que dicen mueve al mundo, pues aprendí que todo el amor del universo no era suficiente para sacar adelante una relación y, como yo, al igual que casi todas las chicas, no puedo estar sola (soltera pero sola nunca) decidí iniciarme en el mundo tan sonado de las relaciones sin compromiso, amigos con derecho, amigantes o fuck buddies (existen variedad de nombres para aquella tortura china).

Debo admitir que no fue adrede;  al principio, se me dio la oportunidad de conocer a un chico lindo y bueno, que por no perderme, aceptó seguir viéndome sin compromisos de por medio. Era genial, porque con éste chico tenía todas las atribuciones de una enamorada, incluyendo la fidelidad de su parte, pero por mi lado, podía seguir haciendo mi vida sin sentirme mal. Muy conveniente...

Entonces pensé que siempre sería así, porque aprendí que los formalismos no eran necesarios en la vida de las chicas, que podías querer a una persona y compartir cosas con ella, igual o más que con un enamorado solo por el hecho de querer estar juntos, sin compromisos, presiones y todas esas cosas que desgastan las relaciones de pareja. Entonces, me convencí de eso y decidí seguir incursionando en aquél mundo.

Y así fue como llegó Perico de los Palotes, este ser con cara de ganso y modales de Lord inglés, éste ser al que era imposible mirarlo sin pensar que le llevaba 399 años luz de recorrido y que debía de tratar con mucha delicadeza a fin de que "no confunda las cosas"... ja ja...sí, claro...

Al principio todo marchaba viento en popa, Perico se mostraba interesado en mí, me llamaba, me decía para vernos todas las semanas (aunque nunca noté las señales de "solo el fin de semana"), me presentó a todos sus amigos (nunca una sola amiga),  me trataba con cariño y nos comprendíamos de las mil maravillas. Ambos habíamos amado y nos habían roto el corazón, por lo que ni el ni yo habíamos podido iniciar una relación desde aquel entonces, por lo que pensé que no existía ser mas perfecto para lo que quería, en este caso, Perico también se encontraba dolido, como se dice... bloqueado! y necesitaba cerca a alguien que lo entendiera y no lo juzgara y con el que tal vez, solo si yo quería, podía llegar a algo más, pero eso no me interesaba porque en mi mundo, no era necesario ser enamorados para tener todas las atribuciones que eso acarreaba... Ningún cálculo más incorrecto que ese...

Como mi naturaleza no es ser una chica práctica ni escasa de sentimientos, pasó lo inevitable, me acostumbré a su cara, a su cercanía, a su contacto y todo eso, y así fue pasando el tiempo, mucho tiempo y las cosas no avanzaban como yo esperaba, lo que traducido a nuestro lenguaje femenino significaba que no tenía ningún control sobre la situación y mucho menos sobre él, por lo que no me quedó otra que empezar a reclamar cosas que no me parecían correctas, a tener que hacerle el "pare" y a exigir comportamientos que no tenía conmigo, y así, siguió pasando el tiempo y aunque tuve mil y más motivos para retirarme de aquella situación no definida, me quedé, por qué? porque al principio se me volvió un reto, luego un permanente sufrimiento del cual se me hizo imposible escapar, por amor? quien sabe, pero ahí me quedé, fiel al castigo (estúpidnaturaleza femenina)

Déjenme decirles que fue terrible cuando me tuve que enfrentar a la recatafila de "aclaraciones" (cañonazos directos al corazón) por parte de Periquito que consistieron básicamente en la sucesiva repetición de las siguientes frases cliché:  "te quiero pero no te quiero hacer daño", "tú me dijiste que no querías una relación", "yo no te mentí nunca", "yo no puedo tener más que esto porque sería infeliz", "no eres tú, soy yo que estoy demolido por dentro","no tienes nada malo, el malo soy yo", "quiero libertad", "así la pasamos bien", "acaso no te gusta pasarla de onda conmigo?" y bla bla bla.

Es inevitable que cuando una ya está involucrada hasta el cuello con el fulano, prefiera tener eso poco que te da, a no tener nada y que de modo absolutamente suicida, creas que si pones más de tu parte y le das mas de lo quiere y sin joder tanto, te va a querer más y que (según tú y tu estado de estupidez mental) con un poquito más de tiempo, terminará volviéndose loco de amor por ti.

Seamos claras y hablemos con un poco de lucidez (ya que ésta llega en pocas ocasiones a mi vida), SI EN UN MES NO SE PINTA LA SITUACIÓN COMO PARA UNA RELACIÓN FORMAL, NO SE PINTARÁ EN 6 MESES, MENOS EN UN AÑO! ÉL SOLO TOMA DE TI LO QUE LE ES FÁCIL OBTENER Y LO QUE LE OFRECES CASI EN BANDEJA, así que si eres de las que no les gusta perder su tiempo y tu pose de relajada solo fue para llamar su atención o mentirte a ti misma respecto a tu "nueva yo" (despechada despechada despechada), mejor dedícale más tiempo a tu perro, que es un hecho que de tu mascota sacarás mas provecho que del individuo que te quiere coger, pero no te quiere hacer daño.

Aprendí dos cosas de esta historia, situaciones como ésta, "amigos con beneficios", puede funcionar sólo si tienes claro que no involucrarás afectos y ello, parte de ser sincera contigo misma y analizar qué tipo de persona eres. En mi caso, siempre he sido una enamoradiza empedernida, por lo que era absurdo pensar que pasar tiempo con alguien y compartir todo, no me haría sentir cosas adicionales y el error, fue pensar que después de haberle dado siempre lo que quiso sin esfuerzo alguno de su parte por conseguirlo, abriría la posibilidad de que, en un futuro, quiera algo más conmigo de lo que ya tenía. Pero es que es obvio, por qué pagarías por una caja de chocolates que ya te comiste gratis? 

Por eso, si tienes antecedentes de perder la cabeza por amor y a lo Shakira: "amar hasta el parqué", recomiendo no hacerte la open mind, porque la única persona que saldrá lastimada en esta historia siempre serás tú tonta enamoradiza con ínfulas de mujer de hierro-, pero si realmente lo único que quieres es un poco de diversión y cero compromisos, sumérgete, eso sí, se necesitan dos personas, con las mismas ganas, la misma química pero cero corazón.

Creo que las mujeres a la larga siempre queremos más, por lo que si crees que ese chico al que le tienes ganas y además te parece super interesante, es un prospecto de enamorado a mediano plazo, no le des las cosas como si se las mereciera, que se las gane! De ese modo, tú te ganarás su respeto y sus ganas de buscarlas por el camino correcto.

No creo que siempre te enamores y salgas perdiendo, tal vez sea al revés, pero sí creo que uno de los dos siempre sentirá un poquito más y ese es el inicio de los problemas, así que si ya te embarcaste en el mundo de los fuck buddies y piensas que estás empezando a recordar a esa persona más de lo normal y de pronto su compañía te es una exigencia más que corporal, espiritual, sal de ahí y salta de ese barco... a menos que quieras terminar desgastada emocional y moralmente..... si no, adelante, siempre es bueno un poquito de diversión, si esa diversión no lastima a alguien y mucho menos a ti,  pues recuerda que tú siempre serás lo más importante y que el océano es demasiado grande como para detenernos por el pez de un charco...

Atte.

Lunática a mi

jueves, 18 de julio de 2013

Estúpida PERRA del hortelano!




El día de ayer escribí sobre la encrucijada de saber si somos el famoso perro del hortelano o si simplemente somos chicas desesperadas por recuperar el verdadero amor. Esto es muy fácil saberlo, solo tienes que responder la siguiente pregunta: te duele? o te da pica, cólera, rabia? Si es lo primero, ya sabes que aún sientes cosas por esa persona que ahora ya no está y puedes tomar el nuevo suceso (relación de tu ex) como la cachetada que necesitabas para despertar y darte cuenta de tus sentimientos; pero, si es lo segundo, entonces eres el infeliz perrito (A) del hortelano.

Por años hemos invocado a este animal tan conocido por su refrán: no come ni deja comer, que estoy segura ha aparecido al menos un par de veces en nuestras vidas y relaciones sentimentales, como aquel fantasma, aquella sombra que nunca estuvo pero que de pronto regresa para demostrarte que ella existe y que no te la dejará fácil, aquella enferma mental que no quiso estar con él, pero que tampoco quiere que tú estés con él, mejor dicho, que nadie lo esté; pero, de dónde proviene esta analogía? Ahí va una pequeña reseña del origen de este antiquísimo y famoso refrán.

La palabra hortelano hace referencia a la persona que se dedica a cultivar y cuidar una huerta. Las personas solían ayudarse con el cuidado de éstas plantaciones, colocando perros que vigilaran sus huertas ya que éste animal no es vegetariano, por lo que resultaba ser un buen guardián de una huerta, ya que no se comerían los productos que en ahí se cultivaran y tampoco dejaría que otros animales que sí eran vegetarianos se acerquen para comerse la producción del huerto. Por eso se dice que el perro del hortelano ni come (porque no se come las verduras de su amo) ni deja comer (porque no deja que otros se las coman tampoco).

Y bendito sea Lope de Vega que permitió la difusión de este refrán y permitió que hiciéramos las analogías que ahora hacemos cuando aquella muchachita con complejo de CAN, se le ocurre hacernos la vida imposible cuando conocemos a alguien que al fin nos interesa, pero que la tuvo como ex novia, a ella. ..

Es que es así y a todas nos ha pasado, conocemos a un chico, empezamos a salir con él, nos resulta lindo, interesante y hasta con el pasar de los días lo comenzamos a ver churro, nos hace reír, pensamos en él aproximadamente 25 horas al día, 8 día a la semana, nuestras salidas se van encaminando, cada vez hay mas complicidad, mas intensidad, nos cuenta de sus relaciones pasadas y sí, ahí empiezan los problemas.

En la vida de todos los chicos, siempre, pero siempre, habrá una perra mujer que le partió el corazón y que infelizmente para nosotros, fue de la que más se enamoró, esa información representará el talón de Aquiles de lo que sea que este surgiendo entre Fulanito y tu, pero, qué pasa cuando esa ex que lo maltrató, humilló, engañó y cagó la vida por siempre, no es solo un recuerdo, sino, un presente, una tipita que ha optado por presentarse como una especie de amiga, que -después de haberle dado una tremenda patada en el culo cuando lo terminó- ahora es la más preocupada por su felicidad pero que además, lo quiere de chófer, confidente, chaperón, wachiman, máquina lanzadora de cumplidos, etc.

Sí,estás mujeres que no lo quieren, que no están interesadas en él como pareja, que ya ni siquiera lo miran como amante sin antes tener una arcada, pero que a pesar de eso, lo alucinan un objeto de su propiedad que no piensan usar para absolutamente nada más que sacarle un par de favores en momentos de soledad y aburrimiento, son la estúpidas PERRAS del hortelano. 

Y cuándo sacan los dientes estos atrevidos canes? cuando alguien se acerca a aquél desdichado que creen de su propiedad y se vuelven más peligrosas, cuando éste demuestra más interés de los normal en nosotras....

Me tocó pasar por esto hace poco tiempo y fue así. Fulanita nunca quiso estar con Robertito, lo paseó por años, nunca formalizó, y en la primera oportunidad que tuvo, lo botó como un juguete viejo que no le servía y se fue con otro. Luego, cuando su vida sentimental fracasó y se dio cuenta de que nadie la podía soportar querer más, recordó que por ahí, hace algunos años, hubo alguna vez alguien que solo le miraba la cara y con quien podía hacer lo que quisiera, por lo cual, decidió regresar a joder intentarlo, pero cuando volvió, se dio cuenta que no le interesaba más Robertito (si acaso alguna vez le interesó), por lo que decidió dejarlo una vez más, pero manteniéndolo cerca para cuando necesite un baño de ego en su vida. Cuando al fin Robertito comenzó a salir conmigo, siempre tuve que soportar las llamadas, e-mails, chats de ésta individua que mientras menos caso él le hacía, más se intensificaban (foxy, foxy, foxy). Cansada de este personaje y de sus ganas de no dejarlo en paz, pedí se me diera mi lugar y se le informara de mi existencia (algo que todas deberíamos hacer al mes como máximo, no dejen pasar tanto tiempo como yo) y que fue lo que pasó? Nos encontramos con la perra del hortelano en todo su esplendor. De pronto le reclamó por mi existencia, empezaron las llamadas mas intensas, los mensajes, las presiones para verse y bueno, todas las cosas que alguien de su naturaleza podría hacer cuando aquello que no quieren pero que creen tener, corre peligro de que lo tenga alguien más.

Estos personajes son seres absolutamente egoístas, no se mueven por sentimientos, sino por ego, por orgullo, con ánimo de competencia, son las niñas de la muñeca y el trompo viejo con el que no quieren jugar, y sí, es inevitable que al conocerlas y ver este tipo de comportamiento nos provoque entrar en una competencia de quien tiene más poder, pero esto es lo menos inteligente que podemos hacer y lo digo por experiencia.

No atosigues a Robertito con reclamos que tengan como fuente al can egoísta, trata de discutir lo menos posible con él, por ella; al contrario, así te esté reventando el hígado y estés a punto de sufrir un derrame cerebral, hazte su amiga, su aliada. Sé tú la víctima buena y comprensiva, finge que lo comprendes y que te da pena que ella, a quien quiso tanto, se comporte de ese modo tan egoísta con él. POR NADA DEL MUNDO LA INSULTES EN FRENTE DE ROBERTITO, finge un respeto hacia ella por el lugar que ocupó en su vida y trata de estar lo más cerca que se pueda a partir de ese momento, no le des chance a la loca esa de joderte, que no habrá cosa que le reviente más que ver como su comportamiento solo te ha acercado más a él y como ahora, comparten más cosas juntos a costa de su locura.

Sé que cuesta y que dan ganas de despotricar en insultos y adjetivos contra la muchacha, pero hay que anteponer la razón a la pasión en estos casos, no hay nada que aburra más a un chico que reclamos y discusiones por alguien que es parte del pasado. Así que paciencia y buen humor.

Atte

Lunática a mil

miércoles, 17 de julio de 2013

Atención, atención... tu novio es un imbécil!

Sí, todas(os) tenemos una amiga con complejo de mártir, que le encanta la obra social, que tiene a su vez complejo de psicóloga y pretende modificar la personalidad estúpida y conflictiva de esa colección de perros sin correa con los que se mete y que además, se las pega de salvadora del mundo y sus miserias (en este caso la miseria no es otra que su novio).

Sí, esa amiga que cada domingo nos despierta hecha un mar de lágrimas con la llamada madrugadora (en realidad nos impide dormir cuando estamos llegando a nuestra cama), contándonos por vez   N° 546,272,733, que el patán que tiene por enamorado le ha hecho tal o cual cosa, o lo que es peor, te llama por teléfono cuando estás en plena juerga y a mitad del mejor gileo de la noche que dejas de lado para salir de la discoteca - ya que en el baño o terraza aun hay mucha bulla- para decirle que se calme, que no llore, que ella es linda, que puede estar con quien quiera y todas esas frases trilladas que nos salen de forma automática cada vez que el número de Rossanita se asoma en la pantalla de nuestro smartphone.

Y es que ésta es la amiga que en todos tus cumples, desde hace 5 años, llega con fulanito, se la pase pegada a su cuello como pegamostro y se despide de ti a las 2 am como máximo, con los ojos llenos de lágrimas y mirada de culpa, excusando su huida en que fulanito tiene que despertarse temprano, cuando en realidad se va porque tiene un repertorio de súplicas y disculpas que brindarle al desequilibrado de su novio que se ha enojado y pretende terminar con ella, porque Pepito se atrevió a mirarla y ella no dijo nada...

Y es así como llega la gran interrogante a nosotras, las amigas, que fungimos de gurú o sensei, las auto proclamadas guía espiritual de todas ellas que tienen un novio que en lugar de sumarles, les restan, que en lugar de hacerlas sonreír,  las hacen llorar y, que lejos de hacerlas sentir las más lindas y más valiosas, las hacen sentir cualquier cosa menos que un ser humano... es entonces cuando llega el momento de citar a tu amiga, darle una caja de chocolates y dedicarle un contundente: rossanita, tu enamorado es un reverendo imbécil!

Claro, no es tan sencillo como suena, debido a que tenemos muchos factores en contra 1) Rossanita no solo está enamorada de fulanito, sino que esta obsesivamente idiotizada por él 2) Ella no es consciente de su desdicha, a pesar de que se la pasa llorando 16 horas al día (las otra 8 se las pasa durmiendo), está convencida de que su historia de amor (sufrimiento) es de novela, 3) Considera a fulanito el último ser humano con órgano reproductor masculino en la tierra y 4) su autoestima está tan destruida por ese intento de macho cazador-recolector, que cree que el mundo entero está en su contra y todos quieren verla infeliz lejos de él.

Sí, es complicado lidiar con amigas que pasan por esta etapa -casi permanente- de estolidez mental, porque aunque una se proponga sacarla de ese estado en el que desgraciadamente ha caído, estamos propensas a ganarnos su resentimiento y su desconfianza y todo por qué?, por atacar a fulanito y decirle la realidad de su naturaleza primate.

Así que paciencia y buen humor, pero sobretodo mucho pero mucho tino, no nos desgastemos recitándole a Rossanita los defectos y taras de su novio, porque NO SEREMOS ESCUCHADAS, por el contrario esforcémonos en reforzar su autoestima, recordándole cada vez que podamos, lo valiosa que es, lo linda que se ve con tal o cual vestido, lo bien que le queda esa peinado y como es que llama tanto la atención a todos los lugares a los que entra. La vida, su propio juicio y la esforzada patanería de su enamorado, harán lo suyo para que un día despierte a la realidad y obvio, debemos estar muy cerca para el proceso que le sigue, las lágrimas que se le vienen, para proporcionarle todos los tisú y puchos que sean necesarios y para tomarla de la mano y ayudarle a levantarse, una vez más...


Atte,

Lúnatica a mil

APRENDER A OLVIDAR




Las personas estamos en constante aprendizaje desde que nacemos. Cuando somos bebés, tenemos que aprender a sentarnos, a gatear, a caminar, el significado de las cosas, a hablar, es decir, nos atosigan de cosas que tenemos que aprender y que no debemos olvidar si queremos ser personas de bien, ahí entran a tallar los valores, el respeto, los buenos modales y mil cosas más, que una vez aprendidas, deben de quedarse en nosotros y no salir de ahí.



Entonces, nos enseñan -aunque es un sentimiento que se supone debería surgir de modo espontáneo por el solo vínculo - que debemos de amar a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros amigos y a nuestro prójimo, se trate de la rata que se trate, así nos enseñaron en el curso de religión de quienes estudiamos en colegio de monjas: ama a tu prójimo como a ti mismo. Por lo cual, nuestro padres, el colegio y el mundo que nos rodea, NO NOS HAN PREPARADO PARA OLVIDAR, porque la sola palabra ya representa todo un desafío y además, una acción antinatural a la del aprendizaje.



Y es ahí cuando de pronto crecemos, nos enamoramos con locura, aprendemos a estar con una persona, a amar sus defectos y tolerar sus manías, a soñar y a crear mil fantasías con ese prójimo de facto y almacenamos todos y cada uno de los momentos vividos y aprendemos a pensar que todo eso ya es parte de nuestras vidas y que permanecerá intacto para siempre... pero oh!, de los creadores de "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida", nos topamos con la dura, triste, penosa, frustrante y desesperada realidad: tu relación terminó, tu novio te dejó de amar, o simplemente el amor no fue suficiente y entonces llega aquella terrible y negada decisión, TENEMOS QUE OLVIDARNOS, pero... CÓMO SE HACE ESO? HAY ALGUNA FÓRMULA SECRETA? ACASO UNA RECETA? EXISTE ALGÚN BOTÓN EN NUESTRO CEREBRO QUE DIGA FORMATEAR??? ALGÚN HECHIZO DE UN BRUJO INFALIBLE???



No, lamentablemente no existe nada de eso, ni hechizos, ni recetas, ni fórmulas, ni si quiera los desgastados tips que nos empeñamos en buscar en google y que parecen no funcionar. Es que la realidad es una sola, el cerebro humano no está diseñado para eliminar información adquirida y es inevitable que todos nuestros recuerdos nos invadan a cada minuto y que creamos que nunca podremos dejarlos de pensar. Y ahí está la clave, nadie se olvida de nadie, porque eso es un imposible (a menos que te des un golpe muy fuerte en la cabeza y tu diagnostico sea perdida de memoria #lo que en situaciones desesperadas tomaríamos como un milagro de dios), pero lo que sí se puede es superar nuestro capítulo, pensar menos, recordar con menos frecuencia, pero sobretodo, DEJAR DE SENTIR DOLOR, pues lo que nosotros llamamos "olvidarme de" no es otra cosa que dejar de sentir tristeza, ansiedad, dolor, y angustia por esa pérdida que, de primer momento, pareciera nunca dejará de doler.


¿Cómo deja de doler entonces? No es fácil, y como todo en la vida, es un proceso, que para iniciarlo, solo se necesita de decisión y fuerza de voluntad. Nadie te dijo que despertarás un día y dejarás de amar a esa persona, pero con el tiempo, sobretodo eso, tiempo, las recuerdos te atacarán con menos frecuencia, te harán llorar con menos intensidad, con más tiempo, ya ni siquiera llorarás, pero lo más importante es que te mires al espejo, veas lo linda que eres y te animes a coger tu cartera, ponerte tus mejores tacones y salir a bailar y disfrutar hasta el final.

Sí, es un hecho que luego de tres vasos de whisky te echarás a llorar en el hombro de tu amiga en plena discoteca y le empezarás a relatar la historia de cuando se conocieron y cuando te cayó, pero qué más da, para eso precisamente se hicieron las amigas, ya algún día estaremos del otro lado y haremos lo mismo por ellas, sin duda, mientras tanto, cuéntale tu historia las veces que se te antoje y llora todo lo que quieras y todo lo que puedas; claro, en tu casa... no dejes de salir ni conocer gente nueva, verás que poco a poco encontrarás otras cosas que te despertarán interés, por nada del mundo te castigues a ti misma y dejes de hacer las cosas que te gustan, porque el encierro absoluto, esta bien por dos días o tres, pero no más, busca a tus amigas, conviértelas en una especie de siameses y trata de no estar sola, porque sé que a algunas, como a mí, nos da por desaparecer y deprimirnos como María la del barrio -como alguna vez alguien me dijo-, pero eso no está bien, duele, claro que duele, pero primero que cualquier persona, estas tú, y no hagas del dolor un modo de vida, solo un estadío y siempre trata de sonreír.

Recuerda que los amores van y vienen, los amigos son lo que se quedan ahí, así que si tienes que aferrarte a alguien, aférrate a ellos, que nadie más te verá llorar 54 veces por cada una de las decepciones que tengas y recuerda siempre, que la juventud se hizo para vivir, disfrutar y parte de ese disfrute esta en caer y volver a levantarse, nunca pienses que no valió la pena, porque hasta lo que te dolió te enseñó algo.

Atte, 

Lunática a mil

Y de pronto me di cuenta que "te amaba"?

Y de pronto estás ahí, mirándote al espejo con los ojos hinchados y el maquillaje corrido, con 5 cajas de pañitos vacías, un cenicero con 20 colillas de puchos, con la música a todo volumen tocando "all by myself" de Celine Dion y con todas las cartas que alguna vez te envió prometiéndote amor eterno, arrugadas y en el piso.

Estás ahí, mirándote como si fueras un alma en pena, no queda nada de ti y de lo que recordaste, fuiste algún día; preguntándote cómo es que si te dijo que te amaría por siempre, te pudo olvidar tan rápido...? Claro, el problema aquí es tu definición sobre "rápido". De pronto, reparas en que 4 años no es suficiente tiempo para que alguien que te prometió hijos, matrimonio, perros y amor hasta después de la muerte, haya conseguido a alguien más a quien querer y por quien preocuparse... 

Queridas amigas, esta es una historia vieja y repetida, cuando la persona que desechamos y decidimos no querer más, un día se cansa de rogarnos y estar detrás de nosotras y encuentra alguien que reemplaza ese primer lugar que representábamos en su vida, hasta antes de la llegada de esa ladrona, arpía, perteneciente a una raza no identificada, que nos ha quitado el cariño incondicional de nuestro ex.

Y es entonces donde surge aquella gran interrogante: Acaso lo sigo amando y lo he amado por todo este tiempo y ahora que hay alguien más, he comprendido que no puedo vivir sin él y que lo necesito en mi vida????? o acaso, soy el perro de hortelano que no come y no deja comer.

Hace poco leí el libro de una muy conocida bloggera sobre este tema y la historia del niño del pye de limón, que no quería su pye, pero que cuando alguien se lo quiso comer, exclamó y se abalanzó sobre él exclamando que era su comida. Del mismo modo, en mi vida me he topado con personajes de esta naturaleza, como la niña que tiene un muñeco viejo tirado en su cama y no quiere jugar con él, pero cuando viene otra niña a querer cogerlo, reacciona como si le quitaran su juguete favorito; el niño que no le gusta su trompo viejo porque tiene uno nuevo, y cuando alguien quiso su trompo viejo, lo quería de regreso para tirarlo en una esquina de su cuarto de juguetes y solo saber que estaba ahí, que, traído a nuestra realidad no es otra que la ex que ha botado, choteado, maltratado y hasta humillado  a nuestro nuevo chico y que, cuando se da cuenta de nuestra existencia, lo quiere de regreso a como de lugar. Esto último me tocó vivirlo y déjenme decirles que la odié con todas mis fuerzas. Por lo cual, me sorprendió y hasta desencajó cuando a mi me tocó estar del otro lado y ahora, tal vez ser yo ese perro del hortelano que tanto desprecié...

Es un hecho que cada una de nosotras alguna vez hemos representado a este personaje, porque las mujeres somos así, puede mas la competencia que el sentimentalismo, hacemos cosas solo para demostrarnos que podemos más que fulanita de tal y de paso demostrárselo a ella, y si la situación se torna más complicada de lo esperado, es decir, si fulanita de tal está representando cosas en la vida de Robertito con las que nos está costando luchar, nos obsesionamos más y queremos a Robertito en casa, en nuestro cuarto y en NUESTROS brazos, ahora!!!!!


Por lo cual, es muy importante examinarnos por dentro y dejar que nuestro corazón y no nuestro ego, nos diga que es lo que realmente está ocasionando ese dolor que sentimos nos aniquila cuando el chico que pensamos estaría por siempre y al que tal vez - si las cosas no salían bien por otro lado- volveríamos, encuentra a alguien a quien querer y con quien al fin darse la oportunidad de volver a ser feliz.

Pues pueden ser dos cosas, que estemos siendo el cruel perro del hortelano en esta historia y nuestro egoísmo y no nuestro corazón lo quiera de regreso solo para demostrarle al mundo tu poder sobre él, o que, tal vez, nunca lo hayas dejado de querer y por esos errores de la vida, hayas tenido que perderlo para saber su valor. En ese caso, te recomiendo luchar, pero solo si estas segura de que es amor y no ego u orgullo herido por la presencia de otro ser. Porque al fin de cuentas, si alguien en su momento fue tan importante en nuestras vidas, la mayor muestra de amor, es dejarlo ser feliz. 

Finalmente, soy de las que piensa que cuando dos personas tienen que estar juntas, no habrá poder humano que pueda impedirlo, así que si no son ustedes, el destino se encargará de que estés con la persona correcta, que puede ser ese ex al que no dejaste de amar, o alguien más que no esperas---

Atte,

Lunática a mil